Admito que dudé sobre si ir a este nuevo concierto de Nacho Vegas, a pesar de que el último disco me ha gustado en conjunto, sus canciones de la última época (salvo “Cómo hacer crack”) me parecen inferiores a las de sus primeros discos y en cierto modo se ha producido un distanciamiento del fan casi incondicional que he sido al seguidor que soy ahora. A eso se sumaba el que ya he visto a Nacho Vegas en directo un buen puñado de veces, tanto en conciertos magníficos como en otros francamente olvidables.
Pero finalmente me decidí a ir, y tengo que decir que me alegro mucho de haberlo hecho.
Nacho Vegas puño en alto Foto El Hombre Luna
El concierto, la tercera noche consecutiva en la sala Joy Eslava de Madrid, fue sensacional, rodeado de cinco músicos (dos nuevos guitarristas, y sus habituales acompañantes a la batería, bajo y teclados en los últimos años) Nacho interpretó la mayor parte de las canciones de su nuevo disco “Resituación”, con paradas puntuales en algunas canciones de discos anteriores.
Fue un concierto coherente entre sí en el repertorio, con una temática predominantemente política en casi todo momento (motivo principal de las letras de su último disco) y en lo musical bien ejecutado, vibrante e intenso, sonando todo bastante trabajado y bien empastado pese a estar en el comienzo de la gira. Se vio a un Nacho cómodo, serio pero relajado, cantando incluso algunas de las canciones sin guitarra, y a una banda que disfrutaba y sentía los temas.
Pero lo que hizo el concierto especial fueron sin duda los tres temas que interpretaron junto a la coral del Patio Maravillas, “Polvorado, “Runrún” y una espléndida “Santa Bárbara bendita”, a la que además se sumó el telonero Pablo Und Destruktion entonando con Nacho este hermoso himno minero puño en alto.
No hubo discursos arengando a las masas, no hacía falta, el sentimiento de lucha, de reivindicación, de orgullo obrero está tan implícito en la música, las letras y la actitud del artista asturiano que impregnaron todo el concierto dando una nueva dimensión a lo que hasta hace unos años había sido su personaje y su carrera.
Nacho Vegas y el coro del Patio Maravillas Foto El Hombre Luna
Las canciones del nuevo disco sonaron muy bien, fieles, claro está, a cómo han sido grabadas aunque en algún momento algo más enérgicas. Y entre las antiguas destacaron “Nuevos planes idénticas estrategias” y “Gang Bang”, elecciones además no demasiado obvias o trilladas dentro de su carrera.
No faltó en el repertorio esa gran canción de la que hablaba al principio, “Cómo hacer crack”, probablemente uno de los temas que en el futuro mejor sirva para explicar lo que estamos viviendo estos últimos años, y otro de los momentos álgidos de la noche.
Nacho Vegas se está convirtiendo ya en un artista clásico por así decirlo dentro de la música española, cada vez más conocido y reconocido tanto a nivel crítico como popular; y en el concierto del pasado sábado demostró que está encarando con mucha sabiduría esta nueva etapa, ganando en profesionalidad y coherencia, y manteniendo aún chispazos de genialidad que esperemos que no se pierdan.
Antes del concierto de Nacho vimos a los teloneros Pablo Und Destruktion, el proyecto de Pablo García Díaz, que ha pasado del formato acústico con el que le vi hace unos años a actuar con una banda en eléctrico con muchísima fuerza y un sonido muy rico y espectacular. Su nuevo disco, “Sangrín”, es altamente recomendable. Se les notó con muchas ganas y consiguieron lo que pocas veces pasa con un grupo telonero en Madrid, que el público les escuchase atentamente y se rindiese a ellos pese a no ser apenas conocidos.
Foto El Hombre Luna
Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)
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