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miércoles, 4 de junio de 2014

Relato de una entrevista que no es entrevista con Nacho Vegas, Por Contracultura.

La cita era en el recibidor de un hotel en la colonia Roma, llegamos justo a tiempo para ver a Nacho Vegas terminar con otra entrevista. Pasaban de las ocho de la noche y el clima había sido muy amable todo el día, como si la misma lluvia se hubiera detenido para no interrumpir nuestra conversación.

Desde el principio sabíamos que, más que entrevistar a Nacho, que seguramente había pasado el día de una entrevista a otra, queríamos platicar con él. Platicar con él como sólo se puede platicar con Nacho Vegas: reflexionando entre broma y broma, y con una cercanía que da la confianza para hablar desde los temas más obvios hasta los más oscuros.

Nos sentamos en una mesa cercana a la suya y ordenamos tres cervezas y una Coca Light para Rosy. El manager de Vegas nos recibió con una sonrisa muy cordial, como siempre, como adelantando la familiaridad de la conversación que se avecinaba. El asturiano llevaba unos jeans azules y una chaqueta ligera color café, su cabello rubio tapaba una cara con signos del cansancio que implica el vuelo, el cambio de horario, y las pruebas de la fama que poco a poco ha ido ganando, con cada nuevo disco y cada nueva visita.



Nos enfrascamos en una conversación sobre cuál de los “Hermanos Pequeños” era el mejor, si el Género Bobo, por la calidad musical de cada una de sus canciones, si miedo al zumbido de los mosquitos, por las letras tan llegadoras, y así apenas notamos cuando Vegas se sentó junto a nosotros, con media botella de tequila Centenario y un chorrito de cerveza restante de una botella. Sin dejarnos hacer una pausa, se unió a nuestra conversación:

Detrás de la caja donde vienen estos discos hay una frase que dice: Nuestros hermanos pequeños rara vez se dan cuenta de que los admiramos mucho más que ellos  a nosotros. Le preguntamos sobre Xabel, menor que él: “Probablemente el nunca leyó esta frase, pero va para él. Yo soy el de en medio, entonces soy hermano mayor y menor también, pero esta frase es una verdad como un templo”.

Lo mejor de platicar con Nacho Vegas es que no se remite a contestar preguntas, sino que te mira a los ojos y te pregunta: “¿Tú eres la mayor?”. Cuando la diferencia con tus hermanos mayores es de cuatro años, eres hijo único, todos coincidimos. “A mi las relaciones fraterno-filiales me parecen un mundo, es algo que no se puede explicar”. Nacho comienza a liar un poco de tabaco en un papel, mientras todos reímos en torno a una broma que hace el asturiano sobre los psicólogos: “Ni todos los psicólogos del mundo juntos lo podrían explicar”. Itzel es psicóloga y es la que más ríe.

Entonces la plática toma otro giro, la psicología se vuelve por ahora el tema central y parece volverse una conversación seria. Freddy pregunta: “¿Tú vas al psicólogo?”. Ante la negativa pregunta “¿Por qué no?”. A Nacho se le escapa una risita y dice “Se supone que la pregunta es por qué vas al psicólogo, no por que no lo haces”. Las palabras se cortan en risas y nacho añade: “Yo estoy muy bien de salud mental, ¿y tú?”

Hablando de psicólogos, y entre pausas, Nacho reflexiona sobre el oficio del psicólogo y el psiquiatra, él no confía del todo en ellos. “Me parece que es muy interesante, pero a veces la gente olvida las relaciones sociales y las sustituye por una relación con su terapeuta, y eso puede ser muy peligroso en el mundo moderno”. Un poco entre todos, y alrededor de él, concluimos que la psicología tiende a ver los problemas como algo individualista, en realidad son del contexto que te rodea y de tu situación en la sociedad. Itzel, nuestra psicóloga del grupo, está de acuerdo: las pastillas no son la solución a muchos de los problemas que son generados a nuestro alrededor. “Se puede ir al psicólogo como cuando llevas tu coche al taller, cada que se descompone. Pero no es lo mismo, ¡porque tú no eres un coche!”.

Un fan interrumpe unos minutos, y le permite a Nacho estirar las piernas mientras regala un autógrafo, nosotros seguimos la plática sin él, pero aprovecho para mirarlo: En realidad es más alto de lo que se aprecia cuando está en el escenario,  y está muy delgado. No puedo evitar compararlo con el look que tenía cuando salió “El manifiesto desastre”, con unos cuantos gramos de más, sin dejar un momento de fumar. Se que no debo, pero pienso: “Esta es la imagen de un cantautor político”.

 Cuando el cantautor regresa, en cuanto Freddy suelta la pregunta “¿Y cómo está España?”, él se nota más animado y responde sin pensarlo una vez: “¡Jodida, está jodida!”. Para Nacho, siguiendo por el camino de políticas de recuperación económica, no habrá recuperación, estas políticas ayudan a recuperar la economía de los consorcios, de los bancos, pero aumentan la desigualdad social, mientras las reformas en España pasan por recortar el gasto público, los directivos bancarios suben sus sueldos.

Me sorprende por primera vez en la plática asociar la voz del hombre con el que estábamos conversando despreocupadamente con el Nacho Vegas que canta en “Resituación”, que es un disco tan político que resulta romántico al tacto. Él no repite ninguna línea de ninguna de sus canciones, parece que tiene muchas formas de explicar lo que está pasando. Rosy se apura a señalar que, en eso, no hay diferencia entre España y México.

Yo quiero aprovechar el momento político en el que estamos situados y pregunto: “¿Cómo ves las europeas?”, refiriéndome a recientes elecciones del parlamento europeo. “Estoy muy contento, por lo menos en España hubo algo allí que rompe con todo el discurso bipartidista que venía desde hace años”. Nacho se refiere al avance del partido PODEMOS frente a los grandes partidos políticos españoles, responsables, para muchos, de la crisis actual. “Yo estoy contento, pero hay una responsabilidad muy grande de ser realmente una alternativa, hay unas elecciones municipales el año que viene, y eso será la prueba de fuego para PODEMOS”. Seguimos hablando de política, él afirma que partidos como PODEMOS, que para algunos puede mirarse radical, son la alternativa real cuando hay un centro privilegiado que tiene la posibilidad de oprimir a los sectores oprimidos, no sólo dándoles la oportunidad, porque esto legitima que las cosas no cambien, sino garantizando cambios.

 Ni el mismo Nacho se abstiene de comparar la situación entre España y México: “Me da pena –dice-, porque yo creí que en México también habría gente moviéndose, ahora veo que no”. Lo decimos hablando de López Obrador y el regreso del PRI, del movimiento #Yo soy 132. Es satisfactorio notar que el asturiano tiene interés y conocimiento de lo que está pasando en México, y de lo ha pasado en los años recientes. Nacho comienza a hacer preguntas él también, nos obliga a reflexionar entre nosotros, y nos escucha atentamente. Hablamos de Carlos Slim, de la pobreza, y de la situación actual de los mexicanos, en la que se obliga a la gente a conformarse con un mal trabajo y con ser explotados. Nacho concluye “La fuerza de trabajo es la que hace también que existan empresas, no solamente las empresas dan puestos de trabajo”.

“La política es cómo nos relacionamos unos con otros, y a todos de alguna forma les interesa”, dice Vegas, jugando entre los dedos con el cigarrillo que armó hace ya veinte minutos. “Aunque hubo épocas en las que no se hablaba de política, en realidad se estaba cociendo todo lo que está pasando ahora, lo que ocurrió hace tres años (el 15M) fue que eso salió a la calle, de una semana para otra, la gente comenzó a hablar de ello”.

Se hace una pausa, aprovechamos para dar un trago a nuestras bebidas, que comienzan a sentirse olvidadas. Nacho mira a la mesa, como pensando, con el cigarrillo bailando entre sus manos. Sin querer parece que vamos recorriendo uno a uno los temas del disco, así que le pregunto sobre la figura del policía en su disco: “te metes mucho con ellos pero no tanto con los políticos”. La plática se ha tornado tan casual que Nacho nos permite responder entre nosotros, finalmente interviene:

“Una cosa son los políticos y otra son los políticos en el poder. Político debe ser un adjetivo, más que un sustantivo. Hay mucha gente que hace política y ellos no perdieron legitimidad, sin embargo la policía la perdió toda. Están más al servicio de entes financieros que al servicio de la gente”. Pausa. “Se supone que la policía debe ayudar a la gente y tú la vez en el telediario sacando a la gente de sus casas porque un banco lo dice. Cuando hace esto, el concepto de policía merece todo mi desprecio, el de político, no. Dependiendo de qué tipo de político sea”.

“Lo que Nacho platica es lo que vivimos día a día aquí en México”, reflexiona Freddy. Rosy habla del papel que juegan los medios en todo esto, cuando presentan a los manifestantes como delincuentes, en un discurso al servicio del estado. El gijonés está de acuerdo y habla sobre el problema en España. “Que quemen un contenedor es una expresión violenta mínima comparada con la violencia ejercida por el estado contra la gente”.

Resulta absorbente escuchar a Nacho Vegas, cando comienza a hablar de política, brincando de un tema a otro, con ese acento español tan impreciso y rápido. Uno tiene que estar muy atento a sus palabras, y seguir el hilo del tema como él lo lleva. “La cosa cambia mucho con las redes sociales, es como ver todo en streaming, y luego ves el telediario y nada lo presentan igual”, dice. En México es exactamente lo mismo, coinciden todos, y es que habitando aquí es el punto de referencia más cercano que tenemos, Nacho escucha atentamente. Aquí la gente compra y repite el discurso de los medios, Freddy le cuenta al asturiano sobre la “Ley bala” aprobada en Puebla recientemente, que permite a los policías disparar contra las manifestaciones. En la expresión de incredulidad en el rostro de Nacho se aloja la diferencia entre primero y tercer mundo, en España todavía no llegan a eso.

 La reflexión gira en torno a la extinción del movimiento #Yo soy 132, le contamos a Nacho la euforia que provocó en su momento, las manifestaciones que provocó y como eventualmente los dirigentes fueron comprados por partidos políticos y televisoras. Itzel señala que probablemente este fracaso se debió a las diferencias entre los miembros de este grupo, unos de escuelas privadas y otros estudiantes de la UNAM y otras públicas.

La pregunta natural de Nacho es: “¿Pero eso no provocó que más gente se moviera, que surgieran nuevos movimientos?”. Le contamos que la gente en México está muy reprimida, que aunque existen muchas intenciones, no hay atrevimiento. No hace falta levantarse en armas, simplemente ir todos juntos, dar el siguiente paso. ¿Y cuál sería? Nacho escucha y mueve la cabeza de un lado a otro, se sorprende cuando pregunta si existe un partido comunista en México y todos respondemos a coro que no.

 Freddy, acostumbrado a hacer entrevistas, pregunta a Nacho si recomendaría a quienes le siguen unirse a algún partido político, con el fin de ayudar: “Que se metan a movimientos sociales, no a partidos políticos. Lo que pasa ahora en España es que son los movimientos sociales los que están consiguiendo cambios, sin los partidos y a pesar de ellos. Y yo siento que en España por primera vez hay ilusión, se siente que se puede hacer algo”. Freddy relaciona el tema actual con una canción de Resituación: “¿Cómo explicarías La vida manca?”, pregunta.



“Habla de alguien que se siente agredido por casi todo lo que le rodea en su ciudad, y tiene que buscar refugio en la gente que le resulta familiar. Pues, como cualquier persona puede llegar a sentirse agredida personalmente por lo que mira en la sociedad. Y bueno, no sé por qué esta persona acaba muriendo, cuando empecé a hacer la canción no sabía muy bien lo que iba a pasar. Empieza diciendo que va a morir pero no sabía cómo solucionarlo. Y según iba avanzando en las estrofas yo no sabía si quería que muriera. Podemos no ser tan deterministas y permitir que no muera y que al final se resuelva de otra manera. Peroooo, no supe muy bien cómo hacer eso, pasaban las estrofas y se alargó la canción porque no quería que muriera, lo llevaba de un sitio a otro y al final la muerte resulta algo muy liberador”.

Comparamos La vida manca con la canción anterior, para Nacho Un día usted morirá es como el contrapunto, como lo que quieren hacer con nosotros: “Como todos vamos a morir, para qué cambiar las cosas. Entonces, La vida manca es enfrentarnos a eso, el personaje es el que decide si morir o no, y qué va a cambiar antes de que pase. No voy a dejar que la muerte sea una excusa para no cambiar nada”.

Nacho Vegas le tiene miedo a la muerte, nos deja a todos manifestarnos. Le digo que es el miedo también a la inexistencia. Nacho completa la idea: “Sí, bueno, el miedo a la muerte es más bien un miedo a la idea de la nada. Cuando eres joven y te crees indestructible, como de los veinte o treinta años (todos reímos) no lo tienes, pero luego empiezas a pensar que esto puede acabar, mejor o peor, pero puede acabar, y la gente se aferra a la religión para tranquilizarse, es lo más natural”.

 Itzel nos rescata de esta oscura cavilación y le pregunta Nacho cómo le gusta el público. Nacho es firme al decir: “Callado, callado, no me gusta. Cuando la gente canta de diluye la jerarquía entre escenario y público. Pero no me gusta tampoco cuando la gente canta mucho y molesta al de al lado, he asistido a conciertos donde el que está al lado me lo ha fastidiado”. Para el asturiano es cuestión de respeto con los que asisten al concierto, tener energía pero no excederse.

¿En estos momentos qué escucha Nacho Vegas? “Bueno, en estos momentos estoy escuchando mucho a Pablo und Destruktion, con el que he tocado recientemente. He escuchado mucho a un cantautor italiano que se llama Frabrizio de André, que sacó un disco muy controvertido en los setenta, en que recogía los movimientos de los sesentas, llamado Historia de un desempleado, un disco muy conceptual, muy polémico y muy bonito sobre un hombre al que corren del trabajo y se plantea la violencia para salir, pero al final se rehúsa a usarla. Le preguntamos a Nacho sobre Sixto Rodríguez, que recientemente ha saltado a la fama gracias al documental Searching for Sugarman. Nos cuenta que lo ha disfrutado mucho. Menciona a Lorena Álvarez, y nos recomienda mucho verla en vivo (si algún día viene a México).

Después de cincuenta minutos de plática, a las diez y media de la noche. Es momento de despedirnos. Nacho tiene una sonrisa en la cara. Nos agradece mucho las recomendaciones musicales que hicimos la última vez que vino (Amalia Mendoza, por ejemplo), lo ha disfrutado mucho. Nos levantamos para estirar las piernas y tomarnos un par de fotos de recuerdo. La última pregunta que responde Nacho es sobre si él es más Asturiano o Español: “A mi me cuesta trabajo decir España, aquí hay que hacerlo, pero es un concepto muy ligado al franquismo, yo soy más asturiano”.

Nos despedimos con la promesa de mirarnos las caras en el concierto del 6 de Junio en el Metropolitan. Nacho nos dice que está muy ansioso por llegar a ese momento y por hacer una buena lista de canciones. Todos quisiéramos continuar, pero espera un vuelo a Guadalajara y nos alejamos con muchas ganas todavía. El cielo afuera está despejado, y aunque parece que el tiempo voló, dio gusto notar que apenas tomó un trago de tequila y el chorrito de cerveza quedó intacto cuando nos fuimos. Así es conversar con Nacho Vegas, muchas palabras, y tantas risas que los aperitivos salen sobrando.

Por Poncho Palmera.

Les dejamos el audio de la charla.


Fuente: http://www.contraculturamusica.com/blog/entrevista-con-nacho-vegas-2014/


Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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