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lunes, 9 de junio de 2014

Nacho Vegas y la melancolía como placer unitario (Nota de Nacho Vegas en México)



“Ya nada será igual, tras el día de la gran broma final”, canta Nacho Vegas desde el 2010, y en su letra se notaba su alma desgarrada en una triste melodía, que para el resto era un dolor placentero, la belleza de la melancólica letra irradiaba una sonrisa inevitable. Un efecto parecido se vivió la noche del viernes en el Teatro Metropólitan durante la presentación de Resituación, su sexto álbum.

El escenario no le era ajeno, pues años atrás pisó el taburete junto a su compatriota Enrique Bunbury, y aunque esta ocasión la noche parecía tener un carácter más contestatario por las letras de protesta de su nuevo disco, lo cierto fue que Nacho Vegas ofreció una noche que bien podría terminar por definir el termino portugués de “saudade”.

Pasadas las 21 horas, empuñó su guitarra y cerrando los ojos le dio a la luz roja un tono satírico con “Libertariana song” y luego le hizo un guiño al pasado con “Nuevos planes, idénticas estrategias”, con la que comenzó su recorrido por las letras de belleza cruel que continuaron con la oda a los noctámbulos que habitan su “Ciudad vampiro”.

Quizás su disco anterior Zona sucia, sea el más doloroso de todos sus álbumes, y quizás sea “Perplejidad” la letra más bella de éste: “Y dónde estabas tú cuando grité mis secretos en el bosque, y nadie respondió, y así volvieron a mí”, alzó su voz y el público por fin le respondió con el coro de su canto.

Con un ritmo más alegre, Nacho Vegas y sus músicos continuaron su cátedra de poesía musical con “Rapaza de San Antolín”, “Adolfo suicide” y luego dijo, “hoy soñé que te tenía otra vez entre mis brazos, de saber que no era mas que un sueño, no me habría despertado”, hermosos versos de su cantar en “Taberneros”.

Con el público entregado a su canto, continuó la velada haciendo eco de temas como “Polvorado”, luego de “Run run”, la gracia de “Actores poco memorables”, la tertulia de “Como hacer crac” y el sentimentalismo de “La vida manca”, hasta llegar a cumplir “La gran broma final”, con la que se despidió por primera vez.

A su vuelta provocó lágrimas en los ojos de algunos asistentes con su “Luz de agosto” y luego animó una sonrisa con “Michi Panero”. El español volvió a salir, pero regresó para complacer con dos temas más. Sentenció su despedida con “Un día usted morirá” y el recuerdo de “Mercado de Sonora”.


Fuente: http://www.cronica.com.mx/notas/2014/838061.html


Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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