El asturiano cambia de actitud con 'Resituación', el disco más político y, al mismo tiempo, el más optimista de toda su trayectoria
 | |
Imagen: Juan Pérez-Fajardo
|
Algo ha cambiado en Nacho Vegas y, desde el mismo título de su sexto álbum, Resituación, lo plasma sin ambigüedades. El disco político del músico asturiano, claramente influido por las circunstancias actuales, también parece haber dividido a sus seguidores de modo más intenso que nunca. Semanas antes de su salida, el cantautor conversó con LA LUNA DE METRÓPOLI sobre un trabajo que se vislumbra como decisivo en su trayectoria.
¿Diría que éste es un disco optimista?
Sí. El otro día me preguntaba lo mismo un amigo y le di la razón. Ya en el EP Cómo hacer crac (2012) intenté un cambio de actitud. Quería huir del derrotismo, que en Asturias es una cosa endémica, y entiendo que se ha colado en algunas canciones mías a pesar de que siempre he intentado distanciarme con un sentido del humor más o menos explícito. El pesimismo es contrarrevolucionario hoy.
Cómo hacer crac impulsó también su participación en el colectivo Fundación Robo, muy orientado hacia la canción política. ¿Empieza ahí la resituación?
Recuerdo que Roberto Herreros (ex Grande Marlaska y creador de la Fundación Robo) vino a Gijón a hacerme una entrevista para el programa de televisión Mapa Sonoro y algunas semanas antes de las primeras manifestaciones del 15-M yo me mostraba muy pesimista, decía que no iba a pasar nada. Él me preguntó cuál era la última canción que estaba haciendo y le hablé de Cómo hacer crac, que entonces tenía en letargo. Cuando ocurrió todo lo del 15-M, la acabé y hay un cambio de actitud desde la primera estrofa hasta el final. Es cierto que todo el tema de Fundación Robo ha sido muy importante para mí. El año pasado lo que más hice fueron cosas con ellos, y eso ha influido en la génesis del disco y en toda la manera de hacerlo.
En 2013 también realizó una minigira con el título La vida es dulce, en la que musicaba un montaje con imágenes de películas de Mike Leigh. ¿Ha inspirado su idea de hacer canciones políticas hablando de la vida cotidiana de otra gente?
Imagen: Juan Pérez-Fajardo
Pues hombre, igual sí. No lo había pensado, pero una cosa que me gusta de Mike Leigh, del que soy muy fan desde hace tiempo, es que, a diferencia de Ken Loach, hace un cine social que juega mucho más con dilemas morales, no es tan obvio en sus planteamientos políticos y me gusta cómo da voz a personajes que no la tienen en otras películas y los retrata con sus contradicciones y miserias. Puede que eso me haya influido al escribir canciones como las de este disco, que son muy de personajes. Cuando hicimos esto yo quería rendirle homenaje y me queda un poco la espina de que se dieron muy pocos conciertos, se pudo haber hecho mejor. Los temas que escribí para ese montaje no están grabados, quizás se haga para algún EP posterior.
 | |
| Imagen: Juan Pérez-Fajardo |
"Por aquí llega Nachín con otra lúgubre canción", canta en el primer tema, Actores poco memorables. ¿Hay una intención en el hecho de salir como personaje, ridiculizándose, como si quisiese sacarse de en medio para que en el resto del recorrido deje de hablarse de lo individual?
No es una intención muy clara. Digamos que de las cosas que pasan en el disco yo me voy dando cuenta de que tienen un sentido una vez que termino las canciones y hago el orden. Es un álbum muy de personajes, a diferencia de otros trabajos míos, y el yo confesional se pierde un poco. Pero... no tengo tan claro que sea yo ese Nachín, ¿eh?, hay otros muchos Nachines que hacen canciones. En Gijón conozco un montón que son así (risas).
"Hay una izquierda que resultó ser un fraude, que abandonó el igualitarismo para abrazar la meritrocracia"
En La vida manca fantasea con el cadáver de Miguel Bosé flotando en una piscina y con Víctor y Ana observando. ¿Buscaba una sátira de cierto tipo de progresía?
Hmmm... Hay una izquierda que resultó ser un fraude, que abandonó el igualitarismo para abrazar la meritrocracia y que pasó con sus posicionamientos políticos buenistas por encima de todo lo que estaba pasando, en Asturias, con la reconversión industrial en concreto. Lo de Víctor Manuel a mí me duele un poco, porque es alguien a quien tengo cierto respeto, pero a la vez parece que es cómplice de algo que fue muy doloroso y que seguimos padeciendo hoy en día. Y yo vengo de ahí: mi padre era muy progre, muy de libro, y mi madre siempre fue del PSOE pero un poco más del sector crítico. Me duele un poco la traición, ya que creo que esa progresía fue la culpable de que no hubiese una voz crítica en el momento en que tenía que haberla, la que sostuvo el discurso hegemónico en los años posteriores a la Transición y hasta ahora. El de la derecha era más transparente, ellos no engañaron a nadie. No me hice todo este análisis para meterlos a ellos en la canción, pero quedan muy bien ahí.
En contraposición, Rapaza de San Antolín es una oda a la joven cantautora folk asturiana Lorena Álvarez, de quien llega a decir que redefine la modernidad. ¿Qué le supuso conocerla?
Hacía mucho tiempo que no escuchaba a alguien que reivindicara la canción tradicional de esa manera, con unos códigos tan diferentes a los del indie y la canción intimista y ombliguista, con una actitud que me resultó muy inspiradora. Además, ella es también así, muy fascinante en persona.
Otro nuevo artista de su tierra al que admira es Pablo Und Destruktion, que será el telonero en sus dos conciertos en Madrid...
Tiene una conciencia anarcosindicalista muy fuerte y eso se nota en sus canciones. Me gusta cómo está presente Asturias en ellas. Él forma parte de una generación que es muy asturiana sin caer en este derrotismo del que te hablaba antes. Es un renovador del espíritu de nuestra tierra en ese sentido. También tiene una cosa muy épica que me encanta, como cuando habla de cavar un túnel desde Asturias al infierno.
Publicado por Fhara Hernandez (México D.F.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios!