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lunes, 10 de febrero de 2014

Entrevista a Nacho Vegas por Jesús Llorente; Nacho Vegas nos habla de su próximo disco, Resituación.

Agradezco enormemente a Jesús Llorente por ser el mismo quien comparta esta nota con nosotros! Infinitas gracias!


Nacho Vegas

Hace unas semanas empezamos a hablaros del nuevo disco de Nacho Vegas. Por entonces, ese disco –ahora ya, titulado “Resituación” y con vistas a publicarse en abril- se encontraba en forma embrionaria. Nuestro querido ministro Ruiz “me meto en tu útero y me quedo tan pancho” Gallardón diría que ya tenía alma. Pero no, un cigoto no tiene más alma que como semilla. Y nadie en su sano juicio equipararía una puta semilla con un árbol con su tronco y sus ramas. De ese tronco ya nos dio Nacho algunas claves en la segunda entrega de este ciclo. Ahora le pillamos con el álbum recién terminado, que no recién parido, porque todavía queda darle los últimos toques, ese toque mágico cuyos tecnicismos -¿ecualizar? ¿mezclar? ¿remezclar? ¿masterizar?, qué sé yo- ahorraré al lector. Hace unos minutos el mismo Vegas me ha enviado un link para compartirlo en Dropbox. Y ahí sigue calentito, con sus 11 canciones, como –permítanme la metáfora fácil, soy el rey de las metáforas fáciles- en una incubadora. Con algunos cables, respiración asistida, acolchado esterilizado, filtro de aire exterior y ventanas para manipular el interior. Y tras auscultarlo por primera vez puedo decir que late con un corazón fuerte como un toro. Y no es el toro de la marca España. Este es mucho más grande, y llega mucho más lejos.

¿Qué no querrías que fuera tu nuevo disco por nada del mundo? ¿Alguna vez has puesto todo tu esfuerzo, intención, amor, cariño en algo que no sea una relación personal y te ha salido mucho peor de lo que esperabas?

¿Te refieres a la música, entonces? No sé, el camino está lleno de errores y pasos en falso que diste con todo el convencimiento del mundo en su momento. Suelo quedar moderadamente contento en cuanto acabo una grabación, pero con el tiempo voy siendo más crítico cada vez. Da igual; no me importa demasiado. No soy muy de mirar atrás, esto creo que ya te lo dije anteriormente. Ayer en la tele estaba viendo un programa sobre la "Generación E.G.B.", y hablaban de un montón de cosas de los 80, de cuando era guaje, que me traían recuerdos bonitos. Pero no sé por qué me estaba poniendo muy triste y tuve que quitarlo. ¿Qué no querría que fuera mi disco? Es una pregunta más difícil de lo que parece. Te diría que “complaciente”.


¿"Resituación"? ¿Qué título es ese, Nacho? Anda, elabora.

Yo he hecho un disco, ¿qué más quieres que elabore? Ya me contarás tú cuando lo escuches. Es un concepto que aparece en una canción, justo la que se encuentra en la mitad del álbum. Habla de un cambio de centralidad sustancial a la hora de cuestionar la vida. Si algo se ha transformado en mí desde la época de “Cajas de música…” o “Desaparezca aquí” es que he dejado de mirarme tanto el ombligo, creo. No te puedo decir más.


Esa moda (seguida a ratos por mí, cierto) de que se le pida al artista que haga un track by track comentando las canciones de su nuevo disco, explayándose, es definida por Matt Elliott como "un puto acto de vagancia". Pero... ¿qué hacer con títulos crípticos, con referencias ocultas, influencias subterráneas? ¿Tiene el artista mucho que decir sobre su obra más allá de cantarla, interpretarla y reinterpretarla?

Yo no creo ser demasiado críptico, y la mayoría de referencias en mis canciones son fácilmente rastreables. Hay otras que no, pero si hablas de ellas sientes que estás destripando la canción innecesariamente, no sé, puede ser desagradable. Cuando Limbo Starr reeditó “Cajas de música” hace un par de años, incluyeron en el libreto un "canción a canción" que yo había escrito para algún medio en 2003. No estuve muy encima de esa reedición y ahora lo lamento, porque cuando volví a leer aquello me di cuenta de que la mayor parte de las cosas que decía eran auténticas estupideces. Suena a tópico pero no, yo siento que poco puedo decir sobre mis canciones que no esté ya en ellas. Pero es que hay que olvidarse del músico como un artista ligado exclusivamente a su "personalísima" obra. Se puede hablar de cómo cree que se debe vehicular la música, de lo que significa la música popular para él o ella, de la dimensión sociopolítica que ésta puede tener, además de la emocional... El artista puede hablar del contexto y no solo de la obra.


¿Detectas tu influencia en músicos jóvenes actuales? ¿Quién se ha acercado a tu música para mostrar admiración sin que te lo esperases?

No, no creo haber influido a mucha gente, o al menos a mí no me llega. Tampoco te sabría responder muy bien a lo segundo... Bueno, el otro día me dijo Jorge Drexler que lo que hago le gusta mucho y me hizo mucha ilusión.


Mark Kozelek tiene fama de machista y hasta homófobo, tanto que se dice que hay que aislarse mucho de la persona, la suya, para disfrutar de sus canciones, ¿entenderías que hubiera gente a la que le pasara lo mismo contigo (no por machista ni maleducado, obvio, sino por ejemplo, por rojo o drogata)?

Me niego a poner al mismo nivel mi pensamiento político, basado básicamente en el igualitarismo, o el hecho de que tome determinadas drogas, y el machismo y la homofobia, dos actitudes despreciables se mire por donde se mire. Personalmente no me creo a Mark Kozelek, y si me dijeran mañana que alguien le ha rebanado los cojones no me parecería una mala noticia.


Cuéntame en qué punto está el proceso de mezcla, masterización, etc, y si dentro de ese proceso están apareciendo sorpresas, giros inesperados. Te sucederá muchas veces que una canción acabe siendo eléctrica siendo compuesta o pensada en acústico, pero... ¿Y al revés, desnudándola para inmortalizarla, como un polvo memorable?

Siempre hay sorpresas, esa es una de las partes no opresivas del proceso de grabación. Hay más de una canción que estuve a punto de dejar fuera del repertorio y que se han convertido en piezas fundamentales del álbum gracias a que los músicos o a Paco me las han sabido mostrar con otros ojos. Lo que dices me ocurrió ya en el primer álbum, Actos inexplicables. Hay una canción, "El camino", para la que grabamos dos baterías, bajo eléctrico y contrabajo, guitarras y un montón de cuerdas, era una locura. Cuando la estábamos mezclando le dimos mil vueltas pero no me convencía nada, así que llegamos a un punto en el que hicimos el proceso inverso a la grabación: empezamos a quitar cosas, a desnudar la canción. Finalmente se quedó básicamente en guitarra acústica y voz. Desde entonces tengo claro que es más importante saber quitar que saber añadir a la hora de grabar. Bueno, eso es algo que yo creo que todos aprendemos en algún momento. De todos modos, cuando estaba pasando aquello no se parecía mucho a un polvo memorable, la verdad... Ahora mismo acabo de terminar las mezclas con César Verdú en los estudios Reno y está en proceso de masterización.


¿Cómo se incorporó al proyecto Joseba Irazoki y cómo surgió lo de Javier Mas?

A Joseba Irazoki lo conocí a través de Roberto Herreros, cuando fuimos a Tolosa a grabar una cosa para Fundación Robo. Roberto me dijo "Joseba es capaz de hacer sonar maravillosamente cualquier cosa que tenga cuerdas", y no se equivocaba. Es un gran guitarrista y además toca con un gusto increíble el banjo o la mandolina. En ese sentido se asemeja un poco a Xel, con el que no pude contar para este disco, aunque tienen estilos bien definidos cada uno. Estaba algo asustado porque no sabía cómo iba a sustituir a Xel, y de repente me topé con otro genio como Joseba; fue estupendo.

A Javier Mas lo conocí en un homenaje a Leonard Cohen que se dio en el teatro Jovellanos de Xixón con motivo del premio Príncipe de Asturias que le dieron. Es un encanto de hombre, además de un talento extraordinario con la guitarra. Vencí la timidez y le escribí; estaba girando con Cohen por Nueva Zelanda y Australia mientras nosotros grabábamos, pero mostró buena disposición y se pudo unir a última hora, cuando ya estábamos con las mezclas. Grabó una guitarra maravillosa para una canción. Yo había pensado en algo más solista, pero me sorprendió un acompañamiento muy particular, lleno de armonías y arpegios al tiempo que marcaba el ritmo del tema. Fue un lujo poder contar con él.


¿No es Maite Arroitajauregui una tía increíblemente talentosa?

Es la bomba; soy muy fan de Mursego y no entiendo por qué “Hiru” no es un disco del que se haya hablado más fuera de Euskadi. Hace una introducción genial en un tema que lleva su sello, algo que solo podía hacer ella.


Finalmente, ¿esperas algo del nuevo disco que no se te pasara por la cabeza con los anteriores?

No, la verdad. Puede sonar un poco moñas, pero mi único interés es que toda la gente que ha trabajado en él, tocando las canciones, trabajando en los estudios de grabación y mezcla, en la oficina de Marxophone, y otras personas involucradas, se puedan sentir un poquitín orgullosas de haber participado. Hacer un disco es básicamente un trabajo colaborativo y esto es muy importante. Lo que ocurra con el disco una vez que se difunda, si le va a llegar a más o menos gente, es algo que me resulta difícil de pensar, como algo inverosímil. Así que no lo hago.

Agradezco enormemente a Jesús Llorente por ser el mismo quien comparta esta nota con nosotros! Infinitas gracias!

Fuente: http://numerocero.es/musica/articulo/conversaciones-con-nacho-vegas3/2204


Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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