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lunes, 15 de abril de 2013

Comisión de actos inexplicables


Nacho Vegas y una banda de lujo cierran esta noche
en el auditorio del Niemeyer la gira «La vida es dulce»


Comisión de actos inexplicables

El músico y autor Nacho Vegas (Gijón, 1974) cometió una serie de actos inexplicables a finales de la década de los noventa y dejó testimonio de ellos en su primer disco en solitario, que llamó, por no liarse: «Actos inexplicables». Y fueron inexplicables -dicen los entendidos- porque Vegas formaba parte de «Manta Ray», que era un grupo de esos de proyección estratosférica. Por aquellos entonces. «Manta Ray» fue una de las bandas más destacadas de aquello que un día se llamó «Xixón Sound»: «indies» de la tierra, bandera y patria, melodías animadas de ayer y hoy. Vegas se presenta esta noche (20.30 horas) en el auditorio del Centro Niemeyer y lo hace para rendir tributo al director de cine Mike Leigh y, también, para remarcar una línea clara: la música sirve también para ser eco del dolor, de los engaños, de una país en proceso de derribo.


Vegas es un músico de carácter impreso en sus versos, en sus palabras, en sus opiniones contundentes. No hace mucho, en Asturias, alertó al premio «Príncipe» Leonard Cohen: «Ten cuidado porque igual estos días das la mano a algunos de los que mataron a Lorca». Y hace un poco más, las cuerdas de la música independiente se quebraron cuando Vegas habló de la cantante «Russian Red» y de sus opciones políticas. Apuntó: «Hoy en día, cuando las políticas neoliberales han dejado en la calle a familiares y amigos míos y han recortado derechos fundamentales a la mayoría de la gente, que además está saliendo en masa a la calle, no puedo evitar pensar que cualquiera que se declare de derechas ha de ser un cretino o un cabrón. O un potentado. Como en principio no tengo a Lourdes [Hernández] por ninguna de estas tres cosas, quiero pensar que no sabía muy bien de lo que hablaba».


Y es que Nacho Vegas reclama en la escena un espacio para la política. «Actos inexplicables» fue su primer disco. Luego vinieron «Cajas de música difíciles de parar», «Desaparezca aquí», «El manifiesto desastre», «La zona sucia»... y luego una lista interminable de colaboraciones: con Christina Rosenvinge, con Enrique Bunbury, «Diariu», «Diariu II»... La banda sonora de «Verdá o consecuencia». Y, además, la voz grande de «Lucas 15». Música tradicional pasada por el tamiz «indie». Con Xel Pereda. Así pisó hace algunos años el escenario de la Casa de Cultura de Avilés, ciudad que se le resistía a la vez que capitales como Madrid o Barcelona se rendían a los versos largos y a sus letras íntimas y personales.


Nacho Vegas salió de la cantera de El Milán, en la Universidad de Oviedo, donde sonaron músicos primerizos, poetas primerizos, narradores primerizos... Primerizos todos y hoy con voz propia o, al menos, con un susurro apropiado. Fueron los años dulces,Y pasó el tiempo y todo fue inexplicable.

Fuente: http://www.lne.es/aviles/2013/04/13/comision-actos-inexplicables/1396620.html


Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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