Por Sebastián Esposito | LA NACIÓN
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| Vegas y su banda se lucieron en la fría noche del miércoles. Foto: GCBA |
Quizá sea imposible cubrir una ausencia de seis años en una noche, pero este caballero asturiano es suficiente quijote como para intentarlo. Al frente de un cuarteto y casi sin que medien palabras, el guitarrista, cantante, compositor y susurrador de historias, impresiones y objeciones -todas sostenidas y sufridas por su puño, letra, cuerpo y alma- logrará borrar el tiempo que separa su debut porteño, en el marco de un Bafici, de esta fría noche de miércoles, en la apertura del sexto festival Ciudad Emergente.
Tras las presentaciones de Materia en Bruto y Viva Elástico, y en medio del estreno, para invitados, de las muestras de Bob Gruen (ver aparte) y Florencia Ciliberti (Jaguar House), Nacho Vegas salió al escenario de la terraza del C. C. Recoleta a saldar la deuda con un público muy conocedor de su obra: la amplia mayoría de las 13 canciones que integran la lista de temas encuentra del otro lado a un coro tímido, inseguro de seguir las letras junto al cantautor, pero conocedor de su contenido. Lo que se dice un artista de culto, en este caso no por un esnobismo dispensado por el músico, sino por la escasez de sus visitas y, claro está, por moverse en las turbulentas aguas de la independencia.
"Dry Martini SA" marcó el inicio de un set impecable, en el que los músicos se pusieron, como muchas veces se suele decir, al servicio de las canciones. La noche azul y fría se ofrecía como escenografía natural e ideal para acompañar los climas de melancolía, ostracismo, bronca y soledad -mucha soledad- que despiertan las canciones de Nacho Vegas. Sólo hay que prestarles atención a frases como "hay días en que valdría más no salir de la cama" ("Días extraños", el "Walk on the Wild Side", de Vegas-Bunbury); "Tengo un ambicioso plan; consiste en sobrevivir" ("Nuevos planes, idénticas estrategias"), o la tajante "La más pura soledad no se cura con champagne y cocaína" ("Que te vaya bien, Miss Carrusel").
Vegas es un Cave ibérico, un Reed de Gijón; escritor lúcido, ácido y cínico capaz de retenernos en su manto negro para luego provocarnos sueños libertarios con su respuesta a la crisis española ("Cómo hacer cra c") y, finalmente, aclararnos que todo era parte de "La gran broma final": "Hay quien decía que era grande y fuerte y nuestro amor. Sí, como las torres gemelas, ¿Recuerdas?
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1594527-nacho-vegas-pago-la-deuda-con-su-publico-porteno
Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)
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