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lunes, 31 de marzo de 2014

Último capítulo de conversaciones con Nacho Vegas por Jesús Llorente (IV)

Nacho Vegas

por Jesús Llorente

De las cosas que puedo decir sobre Resituación una vez escuchado a fondo –con cascos, sin ellos, solo y acompañado-, una destaca sobre todas las demás. Creo que se trata del álbum más redondo de Nacho Vegas, aquel en el que texto y música, verso e instrumentos, fondo y forma se conjugan de un modo más fluido. Los hallazgos, las epifanías son constantes, y hace que me cuestione mi papel en esta saga. ¿Era necesario intentar explicarlo todo? ¿Han ayudado en algo todas las preguntas y las respuestas de aquí , aquí y aquí ? ¿No es verdad que el disco habla por sí solo?

Bajo una apariencia cálida, a ratos emotiva, con canciones que suenan vivas y brillantes,  late un espíritu que asume que vivimos malos tiempos, pero que podemos hacer mucho para cambiarlos. ¿Es un disco político? ¿Es esto canción protesta? Son reflexiones que no tienen fácil respuesta. He intentado desentrañar el alma de este sexto elepé de Nacho en una nota sobre el disco (que puede leerse aquí ), en un nuevo intento –más formal- de ofrecer un punto de vista coherente y articulado.

Siendo un álbum que solo podría concebirse y publicarse en 2014, Resituación será recordada como su obra clásica. Canta mejor que nunca, se expresa mejor que nunca, y tiene más estribillos tarareables (que luego dejen un regusto amargo en los labios es otra cosa) que nunca. Siempre he pensado que Nacho hacía canciones a base de esfuerzo, obstinación, un exigirse cada vez más; manejando sus influencias e inquietudes como si se moviera por un campo de minas (al revés que alguien como Jota de Los Planetas o Antonio Luque, más recurrentes a las musas). Y es la primera vez que intuyo que la letra no ha entrado con sangre; que en el proceso Vegas se ha notado lúcido, pletórico y sin tener que usar esa especie de camisa de fuerza que se dejaba entrever en el documental “El Fulgor”, donde se describe crudamente el doloroso proceso creativo de un artista.

Así pues, creo que la inspiración vino, vio y venció. Y que sí, le pilló trabajando. Por eso en esta cuarta (y última) parte de mi entrevista itinerante hablamos sobre todos los puntos cardinales de Resituación; algunas claves que ayudan a disfrutarlo más y mejor, pequeñas puertas que abren otras puertas un poco más grandes.

¿Es deliberado que “Indefensos”, canción con la que empieza el disco no tenga letra y sin embargo se trate de la más dramática? Un instrumental, ¿lo es por decisión inicial o por una rendición?

Me gustan los temas instrumentales, ya abrí con uno Actos inexplicables. Como curiosidad, empecé a escribir "Indefensos" por error, cuando trataba de hacer una versión de "Gracias a la vida" de Violeta Parra. Equivoqué los acordes en el ukelele, y acabó convirtiéndose en este tema. Fue cuando estaba haciendo las canciones para el homenaje a Mike Leigh, y esta la tocábamos como cierre. Tiene ese aire cinematográfico, un poco entre Mancini y Nino Rota, si se me permite, y me gustaba como banda sonora para unos hipotéticos créditos de inicio. Al ser un álbum coral, muy de personajes, un poco como las películas de Mike Leigh, me pareció idóneo para abrir el disco.

Apareces como personaje en “Actores poco memorables”, y eso deja claro –para mí al menos- que es el disco más personal de tu carrera.

Incluso cuando utilizo la primera persona soy un personaje dentro de la canción. Nunca tuve problemas con esas cosas. Para algunos es un defecto, para otros una virtud. Para mí es un imperativo de la canción.

¿“Polvorado” se corresponde con algún lugar concreto?

No, habla más bien de un estado de ánimo. La frase "polvo somos y en pólvora nos convertiremos" está tomada de uno de los textos de Asalto, la facción literaria de la Fundación Robo.

“Ciudad Vampira” es un poco el relato de cómo las ciudades nos han sido arrebatadas (con lo que costó en su momento crear un modelo de convivencia urbano) para dárselas a las franquicias mientras los políticos apenas pasan por las calles a toda velocidad en sus coches oficiales con ventanas de cristal tintado. En cierto modo, ellos serían los vampiros

Sí, hoy en día los centros de las ciudades están tomados por las franquicias, falta poco para que haya una calle Inditex en cada ciudad. Y en los barrios los procesos de gentrificación se hacen sin ningún disimulo con alianzas entre el sector inmobiliario, la banca, hosteleros potentados y ayuntamientos. Es lo que están poniendo en marcha en Malasaña, por ejemplo. Pero ahí está el Patio Maravillas; y en otros barrios y otras ciudades existen CSOA que reclaman unas ciudades en manos de los ciudadanos, no de las empresas o de grupos políticos con intereses.

“Runrún” es la canción tuya que más me recuerda a Leonard Cohen, y me parece muy acertado que aparezca a mitad del disco ¿Te pensaste mucho el tracklist?

Ahí están el Coro de Ladinamo y El Patio Maravillas, dirigido maravillosamente por Malela Durán (ex Nosoträsh, ex Grande-Marlaska). Sí, le doy mucha importancia a la secuencia, sobre todo al inicio, al cierre y al ecuador del disco, que sería "Runrún". Cuando escribo las canciones todo me parece muy caótico, como si ninguna de ellas tuviera relación con las otras. Pero hacer álbumes es ponerlas en común, ordenarlas. Entonces te das cuenta de por qué pertenecen todas al mismo momento. Con esos criterios dejo fuera del álbum canciones que me gustan mucho, por eso siempre hago EP posteriores que para mí son tan importantes como los álbumes.

¿Quién es Adolfo Suicide, si puede saberse?

Es Adolfo P. Suárez, el pintor que hizo los óleos reproducidos en las carpetas de La zona sucia, Cómo hacer crac y el single de La gran broma final. Y también una de las personas a las que más quiero en el mundo.

 “Luz de Agosto en Gijón” es otro ejemplo de atinar al máximo con la unión de música y letra. ¿Uno se da cuenta de que está en un estado de gracia, digamos, lírico?

Creo que eso se debe más bien al estado de gracia de la banda. Luis, Manu y Abraham ya llevan tiempo tocando juntos y se nota ese grado de entendimiento; la sorpresa fue lo bien que se adaptó Joseba, con quien apenas habíamos tocado y que grabó unas guitarras, banjo y más cosas impresionantes. Toda la banda está muy bien. Yo solo dirijo un poco por dónde tienen que ir las canciones, y luego gente como Paco o César también hacen sus aportaciones, muchas veces fundamentales, pero los que hablan en la canción son ellos cuatro. Bueno, conmigo, claro.

Dime tres “Libertarian Songs” que te vengan a la cabeza.

Al final a esa canción la he llamado "Libertariana Song", aunque debería haberla dejado en "Libertariana". No quería que se tomase como un tema libertario, sino todo lo contrario, como una canción entre liberal y reptiliana. Es un nuevo género, ¡no conozco más así! ¿Se te ocurre a ti alguna? Ahora en serio, el referente es "Freedom", de los Housemartins, que sigue siendo uno de mis grupos favoritos.

“Un Día Usted Morirá” me recuerda a los Smiths más glam del “Strangeways,  here we come”, o hasta “Panic”.

Los Smiths siempre han sido un referente, aunque en este caso tal vez más los Housemartins, que te acabo de citar. Soy fan de ellos desde los 13 años, pero creo que su influencia es mayor aquí que en cualquier otro disco mío. De hecho he tomado unos versos prestados...

En Resituación se habla mucho de la muerte, de morir o matar (en realidad) pero de un modo tan –paradójicamente- vital que nunca te deja abatido. ¿Hay un intento de reinventar también el vocabulario?

Siempre pensé que cuando se habla de la muerte en las canciones, poemas, etc., en realidad se está haciendo un canto radical a la vida. Mira a Panero, que murió el otro día, toda la vida dándole vueltas a la muerte como sustento para sobrevivir. Algunas de las canciones más hermosas que conozco hablan de la muerte, como "Flyin´Shoes" de TownesVan Zandt o "El tigre de Guadarrama" de Vainica Doble, que en cierto modo sirvió de inspiración para "La vida manca".

Precisamente me gustaría terminar esta entrevista pidiéndote que me expliques esta última canción con tus propias palabras.

El germen es esa primera estrofa de la canción de Vainica, ese tipo de versos que se pueden quedar días enteros buceando en tu cabeza. “La vida manca” relata un paseo por Gijón desde mi casa hasta el Cerro Santa Catalina. En cierto modo es una canción-río del tipo que ya hice en otros discos míos, aunque en este caso sabía cómo iba acabar. En otras ocasiones empiezo a escribir las letras sin saber cómo terminarán, si van a tener cuatro estrofas o catorce, hasta que llega un momento en el que sabes que ya no hay más, que eso es todo y que como mucho puedes corregirla o podarla, pero no añadirle más palabras. En este caso sabía a dónde quería llegar, lo que ignoraba era el recorrido, en el que fueron apareciendo de pronto personas, lugares y emociones como la rabia, el miedo o el alivio. Y así hasta el desparramarse.



Resituación se publica en Marxophone el 8 de abril


1. Indefensos
2. Actores poco memorables
3. Polvorado
4. Rapaza de San Antoli´n
5. Ciudad Vampira
6. Runru´n
7. Adolfo Suicide
8. Luz de agosto en Gijo´n
9. Libertariana Song
10. Un di´a usted morira´
11. La vida manca

Fuente: http://numerocero.es/musica/articulo/conversaciones-con-nacho-vegas-iv/2310

Agradezco enormemente a Jesús Llorente por compartir con nosotros su entrevista con Nacho Vegas.


Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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