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martes, 18 de marzo de 2014

Así es ‘Resituación’, el nuevo disco de Nacho Vegas

Revuelta social, empresarios, policías torturadores, ciudadanos dormidos, Gijón para bien y Gijón para mal. Es el menú de 'Resituación', el nuevo álbum de Nacho Vegas, que ve la luz tres años después de 'La zona sucia'.

Por Josu Lapresa - 17 de marzo de 2014



El marcado carácter político de Resituación nació en Cómo hacer crac (2011), aquella canción con la que, en la resaca del 15-M, Nacho Vegas contribuyó al movimiento musical de protesta de la Fundación Robo. “Hubo un punto de inflexión”, explica el músico, “cuando la política acabó invadiendo espacios en los que antes no estaba. De repente, en la calle todo el mundo hablaba de política”.

El nuevo perfil de su música obedece a esto, a que “ahora vivimos un mundo mucho más político”, y a un compromiso que, según Vegas, “tiene más que ver con cómo se hacen las cosas que con lo que digan tus letras”. Pero las letras, en el caso de este músico, siempre han dicho mucho.

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 1. Indefensos

Abre el álbum un tema instrumental con ecos (morriconianos) de aquel Actos inexplicables (2001) que iniciaba su álbum de debut, del mismo título. “Siempre tengo claro la canción que quiero que cierre el álbum, la que quiero que vaya en el medio y la que quiero que abra”, dice Nacho. “En este caso, en el de Indefensos, no estaba seguro de si incluirla en el disco o guardarla para otro lanzamiento, un EP por ejemplo, pero al final decidí que fuera la primera”. El título, Indefensos, alude a la situación de muchos ciudadanos hoy día.



 2. Actores poco memorables

Fue la primera canción en darse a conocer de Resituación. Al estilo de Todos ellos, de Cajas de música difíciles de parar (2003), repasa con sarcasmo una serie de personajes que integran la sociedad dormida (“Se duermen por las esquinas/dicen que sólo hacen su papel”, dice la letra, “Y también se hacen los muertos/eso es algo bastante común”). Vegas arremete contra este tipo general de ciudadanos aletargados que dejan que las cosas sucedan. En particular, también, contra la policía: “El 15-M puso de relieve problemas que ya existían antes. Uno de ellos fue la violencia policial; cómo, sobre todo, los de la UIP no escatiman en dar palos”. Quizá para rebajar tensión, justo después del policía torturador aparece un “Nachín, con otra lúgubre canción/se cree especial, pero no lo es, miradlo bien/es medio maricón, y se meaba en la cama hasta los diez”. “No soy yo”, asegura Nacho: “¿Qué te piensas? ¿Que no hay por ahí más nachines en el mundo que hacen lúgubres canciones y que son medio maricones?”.



 3. Polvorado

Aquí empieza el ataque frontal. “¿Dónde está nuestro pan, patrón?/¿Dónde quedó todo ese dinero?/¿Lo tiene oculto bajo el colchón?/¿O lo que escondió en otro sucio agujero?”. Con el ritmo más pegadizo del álbum, Polvorado es una adictiva amenaza al rico, al empresario, a la vez que un llamamiento a la unión en la respuesta (“Polvo somos, ya sabemos, y en pólvora nos convertiremos”). Vegas rechaza drásticamente una llamada formal a la violencia, pero también se queja: “¿Qué es sino violencia echar a la gente de sus casas, que Coca-Cola quiera despedir a más de mil personas, o que mucha gente cobre 600 euros?”.



 4. Rapaza de San Antolín

“Es una canción dedicada a la cantautora Lorena Álvarez [de Lorena Álvarez y su Banda Municipal], soy muy fan de lo que hace, su música me parece un soplo de aire fresco”, explica Nacho. La aludida ya la ha escuchado “y le ha gustado mucho, creo que porque tiene ese aire folklórico”, cuenta el músico.

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 5. Ciudad vampira

Introducida durante un minuto por la artista vasca Mursego, esta canción nace del Devil town de Daniel Johnston y es una crítica del estado actual de Gijón: “Es tan triste esta ciudad que por aquí/cuando alguien se ríe lo hace mal”; o “Ves mujeres lobo cuando hay luna llena/pero amanece y se mueren de pena”. A través de una de sus mejores letras, una especie de actualización de Nuevos planes, idénticas estrategias (2005), Ciudad vampira también homenajea su ciudad (las menciones a la avenida Schultz, el estadio del Molinón, el supermercado Alimerka, la referencia a la película Subir al cielo, de Lucía Herrera). “Expresa un sentimiento de alguien como yo que quiere mucho a Gijón pero que ve que la ciudad está deprimida. Lo que pide la canción es una convulsión que haga que la ciudad renazca”, explica Vegas. El cálido ritmo impuesto por el banjo que domina la canción se acelera al final, cuando el músico llama a esa convulsión: “Uno trajo estacas hechas de nogal/otro de Duro Felguera una radial/saldremos esta noche a destripar/y exigir que nos devuelvan la ciudad”.



 6. Runrún

“Ven ya que aquí estamos a salvo/oye esta nueva canción/y en cuanto termine que empiece la resituación”. Si hay una canción en el disco que tenga una intención concreta, es esta. Fuera de los sarcasmos o las metáforas o los personajes de otros temas, Runrún no esconde su propósito: “Nos quieren en soledad/nos tendrán en común” es el verso central de una canción en extremo sosegada, casi parroquial, desde luego comunal como indica también la participación del Coro Maravillas.



 7. Adolfo suicide

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Portada de La Zona sucia, de Nacho Vegas
El tal Adolfo es Adolfo P. Suárez, un artista gijonés muy amigo de Vegas que, entre otras cosas, diseñó la portada de La zona sucia (derecha). Está vivo, pero “debe de llevar como siete intentos de suicidio”, según Nacho: “Es que a veces se pone tonto”. A la hora de cantar las estrofas, Nacho quería adoptar “ese aire indefinido de algunas canciones de The Magnetic Fields”, aunque seguramente sea al Dylan del Blonde on blonde a quien más recuerde.

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Portada de La Zona sucia, de Nacho Vegas

 8. Luz de agosto en Gijón

“La canción más triste del disco”, dice Nacho, “una de las últimas que escribí”, y una de las pocas sin temática política. Luz de agosto en Gijón es, efectivamente, muy triste, en la onda quizá de un Ocho y medio (Desaparezca aquí, 2005) sin toxicidad, con esa luz del título y con mayor comodidad musical. Es un estudio perfecto del sentimiento agudo de soledad, y probablemente una de sus mejores canciones.



 9. Libertariana song

Entre el PP y el PSOE, Nacho Vegas cree que “la traición del PSOE es mayor. Cuando abandonaron el marxismo no abrazaron la socialdemocracia, sino un discurso meritocrático idéntico al de la derecha. Lo mismo que consiguió Margaret Thatcher con los laboristas en Inglaterra lo hizo el PSOE sin que hubiera ninguna Margaret Thatcher. Se ocuparon ellos directamente”. De eso trata esta canción.



 10. Un día usted morirá

“Habla un poco de esa actitud cínica que era tan común entre la gente de mi generación hace unos años, cuando toda la actitud se resumía en un ‘qué más da si al final todos vamos a morir”. En este sentido, está directamente relacionada con Actores poco memorables. “Podríamos decir que es una sátira de la posmodernidad”, explica Vegas.



 11. La vida manca

Mezclando realidad con sueño al estilo del Dylan de Bob Dylan’s 115th dream o Desolation row, Vegas afronta lo mismo los desahucios y la propaganda electoral que el escapismo y la anestesia (“Porque si me pongo bien/no me acuerdo de la muerte”), en un relato onírico y elíptico en el que, de refilón, se cuela, ojo, el cadáver de Miguel Bosé y las miradas de Víctor y Ana. Así se cierra un disco que significa un cambio radical en la trayectoria de Nacho Vegas, el tiempo dirá si coyuntural o definitivo.



Podrás leer la entrevista completa con Nacho Vegas en el número de abril de ROLLING STONE.

http://rollingstone.es/reportajes/resituacion-de-nacho-vegas-cancion-a-cancion

Agradezco como siempre con infinitas gracias a Marcos Cerro por compartir con el manifiesto esta nota!



Publicado en el blog por Fhara Hernández (México D.F.)

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