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lunes, 9 de marzo de 2015

Nacho Vegas vuelve al Vive Latino

Biografía
Ignacio González Vegas, mejor conocido como Nacho Vegas, nació el 9 de diciembre de 1974 en Gijón.

A finales de los 90 empezó su carrera en solitario y ha grabado siete producciones discográficas, las cuales se titulan: "Actos inexplicables", en 2001; "Cajas de música difíciles de parar", en 2003; "Desaparezca aquí", en 2005; "El manifiesto desastre", en 2008; "La zona sucia", en 2011; "Cómo hacer crac", en 2011; y "Resituación", en 2014.



Ciudad de México
Nacho Vegas regresa a México para ratificar su divisa: "La música empodera a todo el que tiene contacto con ella". En conversación a propósito de su participación en el Festival Cultural Musical Vive Latino, cuenta que tiene muchos amigos aquí y viene por más, además de revivir su experiencia con Enrique Bunbury, con quien tocó en el Metropólitan después de grabar su producción El tiempo de las cerezas (2006).

¿De vuelta en México?

Las canciones con dimensión social son para cantarlas con la gente, en colectivo.
Sí, ya estuvimos en muchas ocasiones. Yo tuve la suerte de estar en México por primera vez de la mano de Enrique Bunbury (ex vocalista de Héroes del Silencio), cuando hicimos conjunto y nos presentamos en el Teatro Metropólitan unas cuantas fechas. Ahora volvemos al Festival Vive Latino, estuvimos hace cinco años y volvemos con más ganas.

¿Qué tal participar nuevamente en el Vive Latino?

Esto es muy emocionante, porque es un festival muy grande y especial. En Europa, y en especial en España, hay un par de festivales donde se le pone mucho el pop o la música anglosajona, y formar parte de un festival con música latina es algo muy emocionante. ¡Aparte de que sea en México! Este festival viene a ser una especie de "mosaico" de lo que ocurre en la música, de lo que se hace en Latinoamérica.

El nuevo video que estrenarás en el Vive Latino, "Ciudades vampiras", fue hecho con pequeños clips de seguidores por toda Iberoamérica, cuéntame cómo fue.

En realidad fue una idea conjunta, no fue una idea solo mía escoger este tema. Fuimos un montón de amigos y seguidores que tenemos en México, además de la gente que sigue la página en América. Todos ellos nos propusieron hacer todo un video colectivo, en el que pudiera participar la gente de toda Latinoamérica, también de España. Que fuera un video también un poco de denuncia de la situación social que estamos viviendo en España y lo que están viviendo por acá. Tengo mucha ilusión de que el video se pueda proyectar, que pueda servir un poco para dar voz a más gente.

¿La música de denuncia es bien aceptada por las multitudes abiertas?

Sí, la música popular invoca un espíritu colectivo. La verdad es que soy un pequeño eslabón en la música popular, que es algo que se lleva haciendo desde siempre, desde antes de que se grabaran discos, conciertos o grandes macrofestivales. La gente entonces cantaba en sus pueblos, en sus fiestas, en sus entierros, de forma colectiva. Y creo que la música tiene que apelar a esa colectividad. Las canciones que tienen una dimensión social, las que hablan de una situación en particular y que pueden apelar a algo que la gente puede estar viviendo de primera mano. Estas (canciones) no son para cantar en soledad, son para cantárselas a la gente.

¿Cómo ves la situación social de Iberoamérica?

Desde España hay una especie de discurso malísimo y hegemónico, en el que hay países que se oponen al capitalismo y son vistos como un demonio, como faltos de democracia. Me refiero a Venezuela, Bolivia, Cuba. Luego están los gobiernos que aquí los consideran "amigos", entre ellos México.

Vegas también comenta sobre las diferentes problemáticas sociales que hay en el país. Dice lamentar profundamente el caso de Iguala.

Ahora en Europa se vivió una situación un poco convulsa, en París, con el famoso "Je suis Charlie" —refiriéndose al ataque contra ese semanario y las protestas por las víctimas— y las manifestaciones. Tengo un amigo que me dijo que en México tienen un "Je suis Charlie" todos los días. Y me pareció una frase muy reveladora de cómo están las cosas.

Haciendo una pequeña comparación, el folk como protesta se popularizó a mitad de una serie de cambios sociales, cambios sociales como los actuales, ¿esto afectará tu música?

Eso es muy interesante, porque a principio del siglo XX hubo como una escena folk que tenía una dimensión social, una gran popularidad y que hablaba de los problemas de la gente. Y cuando comenzó todo el estallido del rock, de la música eléctrica, fue algo fascinante para todos los que venimos de eso. En suma, se perdió el sentimiento colectivo a favor de algo más individualista en la música. Y ese individualismo es mucho más complaciente con el sistema, con lo que ocurre, y fue absorbido por el mercado. Al final lo que tenemos que aprender de esto es que el mercado es un enemigo de la música popular. Siempre va en otra dirección. Estamos metidos en él, es verdad. Pero tenemos que lidiar un poco, y verlo con recelo, porque la música tiene que ser algo popular, horizontal y absolutamente accesible. El gran mercado solamente busca beneficios económicos.

¿El folk resucita como válvula de escape?

No solo el folk. En Latinoamérica es muy interesante lo que ocurre con la cumbia, un género que parte de los barrios, que tiende a hacer lazos comunitarios, además de ser transversal. Es algo que me parece comparable a lo que fue el punk en los setenta. También en la música electrónica. El folk puede ser solamente una parte de ello. No tenemos que quedarnos en la canción de protesta antigua.

¿Cuál es el siguiente paso en la canción de denuncia? Me viene a la mente la banda Molotov

Es una cuestión de que cada uno tome conciencia en su parte. Y sí, ahora que lo mencionas, está Molotov. Y todo lo que ocurre con la escena punk, hip-hop, el metal, la música electrónica, la cumbia. En realidad no tiene tanto que ver con el estilo en el que se hace la música de denuncia, sino que tiene que ver más con que la gente se empodere. Que realmente tenga conciencia de que la música es algo que nos corresponde. Que es algo que tiene que ser popular. Todos hacemos música popular y eso significa un compromiso de pertenecer al pueblo. No tiene que ser algo que solamente se escuche en un festival.

Así que la música empodera al pueblo...

¡Sí! La música tiene un gran poder. Pone a la gente en común. Los pone a cantar, en coro. Gran poder.


Fuente: http://www.milenio.com/musica/Nacho_Vegas-Vive_Latino-presentacion_Nacho_Vegas-Nacho_Vegas_regresa_Mexico_15_476502346.html


Publicado en el blog por Fhara Hernández @FHARA_HV (México D.F.)